Localizado en el Este de Long Island, los "Hamptons" se encuentran a casi 100 millas del Este de la ciudad de Nueva York. Los Hamptons son ese pequeño paraíso que disfrutan los estadounidenses más ricos en donde pueden disfrutar desde la tranquilidad absoluta que les ofrece la playa hasta el lujo, más lujoso de las mejores firmas e incluso hasta sedes de las mejores pastelerías italianas. La forma más común para los residentes de ese lugar es en sus jets privados, siendo en autobús la manera más cómoda para los demás y que les lleva directo desde la propia Manhattan. Aunque prácticamente desconocido en España, pocos sitios despiertan tanto interés en el imaginario popular norteamericano como esta colección de pueblecitos como son East Hampton, Bridgehampton, Southampton, Montauk y Sag Harbour de la costa de Long Island, en Nueva York qué, curiosamente, aún forman parte de reservas indígenas o plantaciones subvencionadas de patatas. Cada pueblecito, por su puesto, tiene su propia personalidad. Según la fotógrafa hispano/holandesa Alexandra Seegers, "Bridgehampton es el más equino, donde poder jugar al polo y montar a caballo, East Hampton tiene la calle principal llena de tiendas adorables que venden las marcas más lujosas; Shelter Island y Sag Harbour son más bohemios, aunque en Montauk está el surf Lodge, el hotel / bar de moda; en Amagansett están las casas más cercanas del mar y Southampton es más internacional y con más ambiente. Esto es una resumida manera de poder explicaros como es la mecánica que allí en los Hamptons se utiliza.
Aún a pesar de tanta riqueza y de tanto lujo por zonas tan ricas y exclusivas, es muy normal también cruzarse con su fauna salvaje por allí ya que abundan por todo los Hamptons. Originariamente y antes de que llegara el lujo, los Hamptons fueron pueblos balleneros desde el siglo XVIII, todavía quedando alguna que otra construcción de la época inspirada 100% en el estilo británico que en aquella época imperaba con casas de madera, techos altos a dos aguas... Etc. Esta zona de Nueva York se podría decir que está llena de contrastes ya que según te vas acercando más al pueblo, las casas van siendo más naturales, menos ostentosas y más baratas.
Una casa en los Hamptons es imposible encontrarla a menos de 50 millones de dólares (unos 36 millones de euros) y, sin embargo, una más céntrica en el pueblo puede salirte entre los 5 y los 30 millones de euros (que serían desde los 3 hasta los 20 millones de euros).
Es una pena que una zona adinerada y a su vez bella con preciosas "colonias de verano" no disfrute de una historia mucho más elaborada, mucho más vivida. Cuando East Hampton se hizo popular para las celebridades de la temporada y de ricos sin control se convirtió en una ciudad ya inamovible en la historia. Una ciudad en la que sólo da que hablar sus divorcios de verano y sus nuevos ligues de otoño que la jetset renueva todos los años.