La tierra que hoy día conocemos cómo Jordania ha sido ciudad de paso de grandes civilizaciones como como Hititas, Egipcios, Israelitas, Asirios, Babilonios, Persas, Griegos, Nabateos, Romanos, Árabes Musulmanes, Cruzados Cristianos, Mamelucos, Turcos y Otomanos.
Esta maravillosa y bella cuidad fue conquistada en el siglo VII por el Califa Omar, pero no sería hasta el año 1.100 (durante la primera Cruzada) cuando Balduino I de Jerusalén realizaría diversas incursiones en la llamada Transjordania, la cuál significa, más allá del Jordán. Este destacado cambio tenía el objetivo de controlar a las caravanas de camellos que cruzaban los territorios de la actual Jordania. Durante dichas cruzadas, los francos se hicieron con el control de toda la región. En el año 1.189 Saladino ocupó toda Transjordania y se mantuvo bajo el gobierno de la dinastía ayubí hasta que en 1.259 pasase a ser manos de mamelucos, siendo en 1.517 mano de los Otomanos. Esta expansión de los Otomanos fue en los tiempos de Selim I el cuál entró en guerra con el Imperio de Safávida por sus grandes diferencias allá por el siglo XVI, quedando los territorios de Jordania en medio de dicha pelea. Cuando la decadencia absoluta llegó al reino de Safávida, los territorios que estaban situados al este del Jordán fueron administrados por los turcos Otomanos aproximadamente desde 1.518.
Entre 1.900 y 1.908 los otomanos fueron los encargados de iniciar la construcción del ferrocarril del Hiyaz, que atraviesa la actual Jordania, y que tenía el principal objetivo de facilitar la peregrinación a La Meca desde Damasco. Este fue uno de los cambios decisivos para la ciudad ya que hizo mejorar en todos los sentidos el desarrollo de la actual Jordania.
Durante la etapa de la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña se aprovechó del nacionalismo árabe para promover lo que hoy es llamado como la Rebelión Árabe, prometiendo a su vez la creación de un estado Árabe independiente y que abarcaría, aproximadamente, desde Siria hasta Irak (pasando por el Líbano, Israel, Jordania e Irak). Así fue como las tropas británicas apoyadas Lawrence de Arabia lograron derrotar a los Turcos y Alemanes en el Medio Oriente. Es aquí en esta guerra cuando el famoso ferrocarril sufrió varias acciones de sabotajes a la altura de Jordania. Al acabar la guerra el imperio Otomano fue desmembrado y Gran Bretaña incumplió su parte del acuerdo. Gran Bretaña pretendía repartir las tierras entre ellos (Gran Bretaña) y Francia, traicionando tal causa árabe. En 1.922, los británicos dividieron el "Mandato Británico" de Palestina al establecer el emirato semiautónomo de Transjordania al este del río Jordán gobernado, en aquel entonces, por el príncipe Hachemita Abdalá I. Reinado supervisado en todo momento por un comisionado británico.
El mandato que os hablaba antes sobre Transjordania terminó el 22 de Mayo de 1.946, convirtiéndose así el 25 del mismo mes en el Independiente Reino de Hachemita de Transjordania. Obviamente con Abdalá I como su primer Rey. Aún que esto fuera así el tratado especial de defensa que tenían establecido con el Reino Unido no finalizaría hasta 1.957. El Reino de Transjordania estuvo en contra de la creación de Israel en Mayo de 1.948 tomando parte de la guerra entre los estados Árabes y el nuevo Estado. El 3 de Abril de 1.949, los armisticios dejaron a Jordania el control de Cisjordania. Un año después, en 1.950, el país fue nuevamente renombrado como "Reino de Hachemita de Jordania" al incluir aquellas partes de Palestina que se encontraban anexadas por su primer rey Abdalá. Después de que Siria y Egipto se unieran bajo la República Árabe Unida allá por el 1.958, los reinos Hachemitas de Jordania e Irán se unieron bajo el nombre de Federación Árabe de Irak y Jordania. No obstante, un golpe del Estado militar en Irak (liderado por Abdul Karim Qasim) finiquitaría la unión con Jordania.
Jordania, en Mayo de 1.967, firmó un pacto de defensa mutua con Egipto, por lo tanto, esto le hizo partícipe de la guerra de Junio de 1.967 entre Israelí y los Estados Árabes de Siria, Egipto e Irak. Aún a pesar de todo lo que os acabo de contar (qué no deja de ser historia) Jordania siempre ha sido rica en turismo ya que hay un sin fin de posibilidades de disfrutar de un corto o largo viaje sobre esta gran y maravillosa ciudad. Por sus reducidas dimensiones y gran diversidad, Jordania recompensa hasta las visitas más cortas con unos maravillosos puntos de interés de gran categoría. Ese es el caso de Petra, antigua ciudad nabatea encerrada en el corazón de las escarpaduras de arenisca, es la joya de la corona entre las numerosas riquezas que abundan en este país.
Cómo bien os decía antes, Petra es la joya más preciada de Jordania, siendo además una de las maravillas del mundo. Esta ciudad, sin despreciar las demás, hace que merezca muy mucho la pena visitarla. Su perfecta combinación de arquitectura prodigiosa tallada en la roca y entorno natural deslumbrante seguirá hechizando durante siglos a cualquier viajero. Otro punto fuerte que nos presenta la ciudad y no precisamente por su patrimonio histórico / artístico es AMMÁN. En la capital de Jordania se encuentran en su casco antiguo restos conservados del Teatro, el cuál justamente al lado se encuentra situado un interesante museo arqueológico. También se encuentran el foro y el templo de Hércules. Ammán, al ser la capital de Jordania, muestra al viajero la versión más cosmopolita y moderna del País con una oferta comercial muy variada entre los Zocos tradicionales.
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